Plena inclusión participa en la elaboración de una norma experimental de lectura fácil

Varias organizaciones están preparando una norma.

La norma dirá cómo hacer la lectura fácil.

La lectura fácil es una forma de escribir más sencilla de entender.

Algunas organizaciones que ayudan a hacer esta norma son:

Plena inclusión España, Madrid, Aragón y Canarias.

También organizaciones de mayores, universidades y el Ministerio de Cultura.

Plena inclusión usa la guía Información para todos para hacer la lectura fácil.

Pero esta guía se puede mejorar.

Por ejemplo, la guía no explica cómo se hace la validación.

La norma sí explica cómo hacer la validación.

La validación de la lectura fácil consiste comprobar si el texto se entiende.

La validación la suelen hacer personas con discapacidad.

Algunas leyes dicen que se debe escribir de forma fácil de entender

pero no explican cómo se hace.

Esta norma servirá para explicar cómo se hace la lectura fácil.

España será el primer país con una norma de lectura fácil.

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Plena inclusión está participando en la elaboración de una norma experimental netamente española de lectura fácil. Lo hace a través de un grupo de trabajo constituido en la Asociación Española de Normalización UNE, antes conocida como AENOR, dentro de su Comité Técnico de Normalización CTN153 llamado “Productos de apoyo para personas con discapacidad”.

La lectura fácil es una técnica de redacción que facilita la creación de documentos más fáciles de entender. Esta técnica beneficia a personas con discapacidad intelectual, pero también a mayores, migrantes o personas con dificultades de comprensión lectora después de un daño cerebral adquirido, entre otras. Desde Plena inclusión, se siguen las pautas de Inclusion Europe recogidas en la guía Información para todos. Sin embargo, estas pautas son breves y pueden completarse.

Una norma experimental –como la que está desarrollando este grupo de trabajo- es un documento adoptado y que se hace accesible al público con el objeto de poder obtener la necesaria experiencia en su aplicación sobre la cual basar la norma. Las normas experimentales se suelen realizar en campos donde el grado de innovación es elevado o existe una necesidad urgente de orientación.

El grupo de trabajo de UNE nació por la iniciativa del CEAPAT y Fundación ONCE dentro del Marco del convenio del Real Patronato de Discapacidad que la Fundación ONCE firmó en el año 2016 y que financia este proyecto. En el año 2017 se continúa trabajando.

En este grupo tiene una gran presencia del movimiento asociativo Plena inclusión, pues en él participan la confederación, Plena inclusión Madrid, Plena inclusión Aragón y Plena inclusión Canarias.

El grupo está compuesto por perfiles interdisciplinares, ya que en él participan entidades que representan a otros colectivos beneficiarios de la lectura fácil como las personas mayores o las personas con daño cerebral y representantes de la Administración Pública o de la Universidad.

Desde el grupo, se ve como principal objetivo de este trabajo poder contar con una herramienta que aporte una serie de recomendaciones que homogeneicen los criterios para elaborar o crear documentos en lectura fácil, que servirá de guía a los adaptadores o creadores de un documento en lectura fácil, que redundará en un beneficio para las personas usuarias de la lectura fácil y que mejorarán la calidad de los documentos en español editados en lectura fácil.

Clara Delgado, logopeda del CEAPAT y presidenta del grupo de trabajo subraya que aunque el cumplimiento de estas las normas es voluntario, en ocasiones sirve de apoyo para que la administración pública las tenga en consideración debido a que son fruto del consenso del sector implicado, y una referencia a las mismas en la legislación puede convertirlas en obligatorias.

Además, Clara apunta que esta norma “es transversal y puede llegar a conseguir que otros documentos normativos de carácter nacional, también puedan estar en lectura fácil, siguiendo sus recomendaciones. También podría ser citada en otras normas nacionales que incluyan documentos para el usuario, asegurando así que esta documentación es más comprensible”.

Para Mónica Rodríguez, de Fundación ONCE y vicepresidenta del grupo, la norma experimental ya está teniendo repercusión: “Estamos liderando. Fuera de España reciben con sorpresa que estemos creando una norma, seremos el primer país con una”. Y añade: “Al hilo de esto, se está creando más trabajo y conseguirá que más personas utilicen la lectura fácil”.

Sara Rodríguez, de la Cooperativa Altavoz, que también participa en este grupo, apunta que la norma experimental “sirve para recoger conocimiento que aún no está en la literatura, como la fase de validación de la lectura fácil”.

Cristina Hernán de UNE subraya el valor que tendrá, gracias a esta norma, disponer de “un lenguaje común” a la hora de hacer lectura fácil.

Está previsto que la norma experimental esté disponible a finales de este año 2017.

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