#Todoal27: Diferencia salarial. Las personas con discapacidad intelectual cobran un 40% menos que el resto de empleados sin discapacidad

Las personas con discapacidad intelectual
cobran menos que las personas sin discapacidad.

Hay diferencias de salario entre hombres y mujeres
y tampoco se cumplen las reservas de empleo en las empresas.

Plena inclusión reclama igualdad en los salarios.
También que haya más empleo para las personas con discapacidad
en empresas ordinarias.

Reclamamos también mejor formación,
que las empresas cumplan la reserva de empleo,
que las personas puedan promocionar en sus puestos
y menos barreras cognitivas.

Este artículo forma parte de la campaña #Todoal27
El próximo 1 de mayo se celebra en todo el mundo
el Día Internacional del Trabajo.

Plena inclusión lanza esta campaña
para concienciar sobre el derecho al trabajo
de las personas con discapacidad intelectual.

Cada día de esta semana publicaremos un artículo en nuestra web
En cada artículo contaremos diferentes situaciones de empleo.

Te pedimos que los compartas con la etiqueta #Todoal27
Esta etiqueta se refiere al artículo 27 de la Convención de la ONU
sobre derechos de las personas con discapacidad.

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Según los datos del INE, en 2013 el salario anual bruto de las personas con discapacidad era de 19.138,6€, un 16% más bajo que el del resto de la población, brecha que ha ido aumentando progresivamente en estos años (del 10% en 2010 al 16% actual).

En el caso de las personas con discapacidad intelectual las diferencias salariales son elevadas, tanto en el salario anual, mensual y hora. Su salario medio anual es del 61% del salario medio del colectivo (11.742,5€), su salario mensual es un 31% menos que la media de las personas con discapacidad, y por hora, cobran 7,5 EUR mientras que la media del resto de la población es de 14,7 EUR, prácticamente el doble.

El salario mensual neto de los hombres con discapacidad es más alto que el de las mujeres; la brecha de género, sin embargo, es en el caso de las personas con discapacidad más reducida que en el caso de las personas sin discapacidad, ya que los hombres con discapacidad cobran menos que los hombres sin discapacidad, mientras que en el caso de las mujeres el salario neto es algo mayor tras deducciones fiscales y cotizaciones.

La falta de cumplimiento de la cuota del 2% de empleados con discapacidad para empresas con más de 50 empleados no se cumple en muchos de los casos. Esto limita mucho el acceso al mercado ordinario.

Los empleos de las personas con discapacidad intelectual suelen ser de baja cualificación y tienen una variedad bastante escasa. Hay que indagar en formas de ampliar el abanico de posibilidades de las personas con discapacidad intelectual a la hora de encontrar un empleo.

En Plena inclusión reivindicamos una igualdad de salarios para trabajos similares, la equiparación de los salarios en todos los ámbitos laborales; un mayor acceso al empleo ordinario pasando por el cumplimiento obligatorio de la contratación de un 2% de empleados con discapacidad para empresas con más de 50 empleados; una mayor amplitud de opciones en las posibilidades de empleo de las personas con discapacidad intelectual y una mejora en las condiciones de trabajo y en las posibilidades de adaptación y promoción.

En el artículo 27 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, los Estados reconocen el derecho a trabajar en igualdad de condiciones con las demás personas, así como ganarse la vida con un trabajo libremente elegido en entornos laborales que sean abiertos, accesibles e inclusivos. Los Estados deben alentar las oportunidades de empleo y la promoción profesional de las personas con discapacidad en el mercado laboral, y apoyarlas para la búsqueda, obtención, mantenimiento del empleo y retorno al mismo.

Esta misma Convención en su artículo 9 compromete a los Estados a garantizar el derecho a la Accesibilidad para que las personas con discapacidad puedan vivir de forma independiente y participar plenamente en todos los aspectos de la vida. En el caso de las personas con discapacidad intelectual, los ajustes y adaptaciones en el formato en que se realiza un examen de oposición y en las condiciones en que se desarrollan una serie de tareas, junto con el incremento de tiempo, minimizan las barreras con las que se puede encontrar la persona. Es decir, actuando sobre las barreras de acceso a la información o del entorno, una persona puede presentarse y desempeñar su trabajo en igualdad de condiciones que las demás.

Entre los objetivos de desarrollo sostenible para 2030, Naciones Unidas se propone promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos. En este sentido, plantea la meta de lograr ese objetivo incluyendo a los jóvenes y a las personas con discapacidad, y la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor.

Con motivo del 1º de mayo, Día Internacional del Trabajo, durante la semana del 24 al 29 de abril de 2017 Plena inclusión lanza la campaña #Todoal27 para concienciar sobre diferentes aspectos relevantes del empleo en el colectivo de personas con discapacidad intelectual, mostrar su situación en este ámbito y reivindicar un mayor compromiso de tod@s para evitar situaciones de discriminación.

Cada día de esa semana Plena inclusión publicará un artículo relacionado con estas situaciones, destacando datos relevantes y ofreciendo su posicionamiento. Compartiremos además estos mensajes en las redes sociales con la etiqueta #Todoal27, en alusión al artículo 27 de la Convención sobre derechos de las personas con discapacidad relativo al acceso al Empleo en igualdad de condiciones y la construcción de entornos laborales accesibles, abiertos e inclusivos.

La campaña abordará diferentes asuntos como el Empleo Público, la diferencias salariales, las barreras de formación, perfiles profesionales a los que acceden estas personas, tasas de inactividad del colectivo, o el proyecto de Empleo Personalizado de Plena inclusión, dirigido a aquelas personas con discapacidad que tienen mayores necesidades de apoyo.

Este artículo ha sido realizado por Jorge Rebollo, preparador laboral de la asociación Aleph-TEA (Plena inclusión Madrid) y participante del equipo de Empleo Personalizado de Plena inclusión.

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