Plena inclusión ha organizado una jornada
en la sede de la Fundación ONCE en Madrid.
Esta jornada era sobre empleo personalizado.
Este tipo de empleo ofrece oportunidades
a personas con discapacidad intelectual
que necesitan muchos apoyos.
En la jornada ha participado Beth Keeton.
Beth es una experta de Estados Unidos.
Beth ha hablado sobre cómo en su país
buscan los gustos de estas personas
e intentan canalizarlos hacia algún empleo.
Trabajan con empresas locales
que pueden estar interesadas en contratar a estas personas.
Por la tarde Plena inclusión presentará
una guía sobre empleo personalizado.
Esta guía es el resultado de un proyecto
de este tipo de empleo en 3 federaciones
(Galicia, Ceuta y Asturias).
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La sede de la Fundación ONCE en Madrid ha acogido hoy la jornada sobre Empleo Personalizado, bajo el lema “Una oportunidad para crear situaciones únicas”, en la que Plena inclusión –con la colaboración de Fundación ONCE y el Fondo Social Europeo (a través del programa POISES) y la Embajada de EEUU–, ha presentado su proyecto de empleo personalizado con el objetivo de lograr mayores y mejores oportunidades laborales para aquellas personas con discapacidad intelectual o del desarrollo que tienen más necesidad de apoyo.
La jornada ha sido inaugurada por el Director General de Políticas de Apoyo a la Discapacidad, Borja Fanjul; el Director General de Fundación ONCE, Jose Luis Martínez Donoso; el Agregado Cultural Adjunto de la Embajada de EEUU, Ryan Matheny; y el Director de Plena inclusión España, Enrique Galván.
Tras la bienvenida a los asistentes, ha intervenido la coordinadora del proyecto de Plena inclusión dirigido al colectivo de personas con discapacidad intelectual y grandes necesidades de apoyo (“Todos Somos Todos”) Berta González, que ha explicado en qué consiste este proyecto. “Cuando hablamos de desarrollo profesional y empleo” – ha afirmado–, “hay un modelo llamado "modelo excluyente" basado en la creencia de que hay personas que no pueden, que no son capaces… Desde esa creencia hacemos las cosas por ellas, las sustituimos, reducimos su participación. A causa de ello tendrán estilos de vida pasivos, roles de “usuario”, de personas que usan recursos y servicios. Todo ello nos lleva a fomentar estilos de vida predeterminados… a generar “cajas” (centros de día, residencias, etc.) Desde el ámbito profesional –ha proseguido Berta González–, “lo importante es que la persona con discapacidad esté segura, y por tanto el poder está en el profesional, la preocupación es que estas personas estén entretenidas. Pero hay otra propuesta, por el contrario, que es más difícil y completa: creer que las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo son ciudadanas, con fortalezas y capacidades en potencia aún no desarrolladas. Esta es creencia profunda en la capacidad de las personas. Desde la misma, nuestro estilo de relación cambia: el rol cambia y la persona pasa a ser protagonista. El control está ahora en la persona, hasta en las cosas más pequeñas, y el profesional se convierte en generador de oportunidades.
Tras Berta González ha llegado el turno de la ponencia de la experta norteamericana en empleo personalizado Beth Keeton, que ha hablado del “descubrimiento", de pasar horas con Jimmy y averiguar qué le gusta hacer. Debemos dejar que la persona nos conduzca y nos lleve donde quiere ir. Nosotros descubrimos que a Jimmy le encantan los insectos, y encontramos un sitio donde hay abejas cercano. Entonces se entrevistó el asesor laboral. A Jimmy no le picaban las abejas, tenía una gran conexión con ellas. El asesor laboral no tenía ese talento y le picaron. Ahora Jimmy vende actualmente la miel en las propias colmenas, una miel local que ayuda mucho a las personas frente a las alergias. Es importante hacer esta transición: queremos que las personas se unan a cosas que resalten sus competencias. En EEUU un 34,36% de las personas con discapacidad entre 16 y 64 años está trabajando, pero su salario medio actual es de unos 400 dólares al mes. Pensar en sobrevivir con eso es imposible. En mi país tenemos financiación para servicios segregados y no para servicios inclusivos.
“Es muy importante” –ha añadido Keeton–, conseguir trabajo en una edad temprana: el 73% de las personas con discapacidad que comenzaron a planificar su vida laboral con 14 años, lograron una equidad en el empleo. Si queremos conseguir que cambien las cosas debemos hacer cosas distintas. El empleo personalizado es una manera de enfocar el proceso de empleo en cada persona particularmente, y no se trata de saber qué ofertas hay de empleo. No estamos buscando qué necesita el mercado laboral. El trabajo soñado también puede ser una trampa porque tener un sueño no significa tener las habilidades para desarrollarlo. Por ello el reto está en lograr una mezcla de lo que le importa a la persona y lo que realmente hace. No se trata de evaluar tampoco según la forma tradicional basándonos en lo que no hacemos bien. Es horroroso buscar un trabajo basado en eso. Lo que necesitamos es una información que nos guíe el proceso e individualizar la relación de empleo entre empleador y empleado de tal forma que satisfaga las necesidades de ambas partes: esa es la definición formal de empleo personalizado”.
Durante la sesión de tarde, el responsable del Proyecto de Empleo de Plena inclusión, Álvaro González, junto a varios técnicos de nuestras federaciones, presentarán el proyecto piloto de Empleo Personalizado en nuestro páis, a través de una Guía que recoge sus principales resultados, y en la que han participado, además de Plena inclusión España, las federaciones de Plena inclusión Galicia, Asturias y Ceuta.
(en la imagen, de izquieda a derecha: Álvaro González, Berta González, José Luis Donoso, Borja Fanjul, Enrique Galván, Beth keeton y Ryan Matheny).