Pasear para transformar (Crónica de la experiencia del Paseo de Jane con PlenaLab)

Un grupo de personas de diferentes disciplinas, procedencias y experiencias vitales nos encontramos para caminar juntas, para hablar mientras recorremos la ciudad, pero sobre todo, nos encontramos para volver a la inquietud, al asombro, como cuando éramos pequeñas, descubriendo en las vivencias y en el conocimiento de otros las pistas para nuestra propia transformación.

Doy mi primer paso en el camino impulsada por esta frase: Si no te aventuras nunca sabrás de qué otra forma se pueden hacer las cosas. Así se presenta PlenaLab, el nuevo sistema de redes de Plena inclusión, una experiencia diferente que ofrece posibilidades de intercambio y construcción de conocimiento conjunto.

Compartir lo efímero

9:08 Atravesé la puerta abierta de par en par, un señor cortando madera al fondo, una mujer hablando de sus historias y un espacio de árboles, huertos y lugares entrañables hechos a mano con objetos reciclados. Tuve la suerte de entrar y recorrerlo tranquilamente, solo escuchando unos cuantos pájaros. Estamos en el centro la ciudad, algunas cosas te lo recuerdan.

Esto es una plaza. Se llama así. Pero parece más un jardín secreto que te abre los brazos con confianza. Un espacio que a pesar de estar casi vacío en horas de la mañana sugiere movimiento, encuentros y trabajo conjunto.
Este espacio comunitario nació en 2008, como el experimento de las prácticas de un taller que realizaron 15 personas, en las que se encontraban vecinos de la zona. Comenzó como una intervención aislada que duraría dos semanas, pero ya han pasado 12 años de eso. Tiene zonas especiales para niños, juguetes, libros, una pequeña ágora al aire libre, un taller para bicis, un horno de leña y varios huertos.

9:20 Llegan mis compañeras de paseo. Ocho personas más que han viajado de diferentes partes de España, con las que compartiré el camino y escucharemos juntas las experiencias de personas absolutamente apasionadas con lo que hacen. Todavía no lo sabía pero iba a tener la suerte de conocer en este espacio a Xose Ramil y más adelante, en otro lugar, conocería la experiencia de Pedro Martín de Hijas del proyecto “Qa-Teal”.

En esto es una plaza, es un lugar efímero, todo es de todos, y todo lo que allí habita ha sido construido entre muchas manos. La primera particularidad que llama la atención es su Ideario, un instrumento vivo en permanente construcción, que marca el rumbo del proyecto.

Este antiguo espacio abandonado en el que se vendía y se consumía droga, se ha convertido en un espacio libre de intercambios monetarios, en el que sus fundamentos son la participación, el consenso y la experimentación. Nada de lo que pasa en sus predios tiene una finalidad comercial, es un espacio libre de humos, de negocios y de prisas.

Otra de las enseñanzas vitales, que quiero recordar siempre, es que dentro de Esto es una plaza, el diálogo y toma de decisiones no tienen prisa, el tiempo es un valor que hace que las reflexiones se asienten y que tomen forma, el tiempo (largos periodos de tiempo) te llevan a tomar distancia de las diferencias para que impere el acuerdo.

Su ritmo vital es diferente. Incorpora una nueva apuesta por gestión conjunta de los espacios y de los colectivos. “No puedes trasladar tal cual un modelo de un contexto cultural a otro, tiene que ser flexible, adaptarse a las particularidades de cada espacio y a su tiempo” asegura Xoxé.

Retorno a las bases

Camínanos por el centro de Madrid, entre callejuelas hasta que encontramos MediaLab-Prado: un laboratorio ciudadano que sirve de lugar de encuentro a proyectos culturales e innovadores. Nos recibe Pedro Martín de Hijas. Su proyecto “Qa-Teal” tiene como propósito la evolución consciente y sostenible de las organizaciones. Es un hombre tan apasionado y habla tan rápido, de tantos nuevos conceptos e ideas, que a veces cuesta seguirlo: Trabajo sobre lo efímero, sobre los dolores y debilidades de la organización, como una radiografía de la organización para diagnosticar sus malestares y crear herramientas particulares para cada contexto.

“Uno de los problemas más frecuentes es la falsa novedad en las organizaciones, incorporan la innovación con formas antiguas”, por eso es necesario reinventarse desde la base, antes de transformarse, mirar hacia dentro, como individuos y como organizaciones. Y aunque todos los cambios generan resistencia, ese primer malestar es el indicio de que algo se reacomoda.

Es más sencillo de lo que parece, dice Pedro, pero no estamos acostumbrados a lo sencillo, cuesta digerirlo cuando se tienen perspectivas tan diferentes de las organizaciones, las redes y las formas de trabajo.

El primer paso para la transformación es trabajar desde la confianza, solo a partir de ella se podrán incorporar nuevos valores para la construcción de nuevas maneras de relacionarse entre las personas. Coincide con Xoxé, no hay una única receta. Solo queda en nuestra mano aprender a compartir las experiencias y desde la generosidad participar en la construcción de conocimientos comunitarios.

Lee el relato de creación colectiva de la experiencia del Paseo de Jane

Te contamos en una videonoticia la experiencia del ‘Paseo de Jane’ vivida en el marco de PlenaLab

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