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El pasado miércoles 24 de febrero, tuvo lugar un encuentro del proyecto Soledad Cero: “Hablando de soledad”. Se conectaron más de 70 personas de 3 comunidades autónomas: Madrid, Andalucía y Castilla la Mancha. Fue un espacio donde se compartieron experiencias de familias y donde se pudo debatir y expresar lo que cada uno necesitaba.
Compartieron su experiencia con la soledad no deseada desde el punto de vista de las familias en las que uno de sus integrantes es persona con discapacidad intelectual:
– ELENA REY, es hermana de una persona con discapacidad y forma parte de la Fundación Alas (Madrid)
– ANA DÍAZ, es madre de una persona con discapacidad y forma parte de la asociación Asansull (La Línea de la Concepción – Cádiz)
– CARMEN CRUZ, es madre de una persona con discapacidad y forma parte de la Asociación San José (Guadix-Andalucía) y es presidenta de la Fundación Tutelar Futuro
– JOSÉ MANUEL JULIO, forma parte de la asociación APANAS (Toledo).
– PEPA CAZORLA, es madre de una persona con discapacidad y forma parte de la Fundación Futuro Singular (Andalucía)
– DOMINGO SIERRA, es padre de una persona con discapacidad y forma parte de la Fundación Gil Gayarre (Madrid)
Soledad Cero es un proyecto de Plena inclusión que se desarrolla en entidades de sus federaciones autonómicas, y que nace a finales de 2019 con el apoyo de la Fundación ONCE, con el objetivo de aportar alternativas a la soledad no deseada de las familias de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Fundación Mapfre también ha apoyado esta iniciativa con una campaña de micro donaciones que lanzó en noviembre pasado, y que continuará en 2021.
Los pilares del proyecto son:
– El liderazgo de las familias.
– El enfoque comunitario.
– Buscando alianzas con el entorno
Alguna de las frases más inspiradoras durante el encuentro fueron:
“Todos nos hemos sentido solos alguna vez, da igual la raza, la edad, etc. Incluso a veces elegimos esos momentos de soledad por decisión propia, momentos que son muy necesarios y en los que aprovechamos para pensar, para estar con nosotros mismos y recolocarnos por dentro. Es un tipo de soledad curativa. Pero hay otro tipo de soledad esa impuesta por las circunstancias, la soledad no deseada, la soledad de sentir que nadie te comprende, sentir que nadie conecta con cómo tú estás viviendo las cosas que te están pasando y esa sensación de de desconexión con el entorno, nos pasa muy a menudo a las familias de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo».
“Uno de los factores clave para ser feliz es este, el apoyo social, alguien que te llame y te pregunte sólo cómo estás, tener a gente. No hace falta que sea un mejor amigo, pero tienes que sentir que a alguien en el mundo le preocupas y te comprende…Solo saber que alguien se preocupa por ti influye mucho sobre cómo nos sentimos”.
El proyecto soledad cero trata de implicar a la comunidad y a la persona en su rol activo. Se trata de buscar personas que sirvan como conectores a otras personas que tienen cosas en común unas con otras.
Cuando construimos comunidad dejamos de enfocarnos en las necesidades y ahí donde otros ven un problema, nosotros vemos una oportunidad, no queremos hacer caridad, queremos con nuestras acciones, invertir en nuestra comunidad, queremos trabajar “CON” las personas.
Ahora es un buen momento para apoyarnos unos a otros, de ayudarnos unos a otros.
Poneos en contacto con vuestra entidad.
Quizá esta pandemia haya abierto un mundo de posibilidades en el que la carencia, la soledad, el invisible, se convierta en un valor en manos de sus iguales.
Así que os invito a que nos comportemos como los girasoles. Todos sabemos que los girasoles buscan la luz del sol, pero en días nublados, ante la ausencia de sol, se miran unos a otros, erguidos, hermosos, buscando la energía en cada uno de ellos. Así que, si no tenemos el sol todos los días, nos tenemos los unos a los otros.
Paloma Chico, familiar y líder del proyecto Soledad Cero