Francisco, voluntario de Plena inclusión Madrid: “Creo que lo mejor es poder llegar a comprender la realidad de las personas con discapacidad intelectual”

Francisco es voluntario con personas con discapacidad.

Hace voluntariado en la asociación Círvite.

Francisco vive en Rivas Vaciamadrid, que está en Madrid.

¿Qué haces como voluntario?
Apoyo en talleres de informática y cerámica.
También leo cuentos en talleres mientras las personas trabajan.
También animo a las personas con discapacidad a que ellas mismas
defiendan sus derechos, es decir, que sean autogestoras.

¿Cómo empezaste?
Fui voluntario de otras asociaciones primero.
Por ejemplo, apoyaba en cursos para personas con discapacidad intelectual.
En Círvite, empecé poco a poco.
Me siento parte del equipo de Círvite porque las personas de la asociación
son personas abiertas, me animan a participar y me quieren.

¿Te gusta ser voluntario?
Ser voluntario es mejor de lo que esperaba.
Lo mejor es que no sabía nada sobre la discapacidad intelectual
y poco a poco he aprendido sobre las personas con discapacidad intelectual.

¿Qué les dirías a las personas para que se animen a hacer voluntariado?
Les preguntaría si alguna vez han hablado con una persona con discapacidad.
Si no han hablado, les invitaría a pasar un rato con nosotras y nosotros.
Sólo con las palabras es difícil explicarlo y entenderlo.
Hay que vivir y compartir tiempo con personas con discapacidad intelectual
para entenderles mejor.

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Francisco Aguado Fernández vive en Rivas Vaciamadrid, una localidad madrileña, y tiene 54 años. Él es voluntario de Círvite, una asociación de Plena inclusión Madrid.
Charlamos con Francisco sobre su experiencia de voluntariado.

¿Cuál es tu tarea en Círvite?
Apoyo en los talleres de informática, cerámica, además, en ocasiones, cuento relatos en los talleres de manipulados mientras ellos trabajan. También estoy de personas de apoyo en el proyecto “Yo también cuento”. Es un proyecto para animar a las personas con discapacidad intelectual a que sean ellas mismas quienes pongan voz a sus demandas.

¿Cómo empezó todo? ¿Qué te motivó a colaborar?
Como voluntario, empecé en otra entidad: Cruz Roja. También había estado de apoyo en otra fundación, dando apoyo en un curso, para personas con discapacidad intelectual.
En el caso de Círvite, fue poco a poco. Gracias al equipo, abierto a ideas y a la participación en proyectos, me siento muy integrado y recibo mucho afecto.

La experiencia, ¿ha sido como tú te la esperabas?
Incluso mejor. Creo que la mejor experiencia es el hecho de no tener ninguna concepción sobre la discapacidad intelectual, y de manera progresiva ir consiguiendo la información, experiencia, etc., poder llegar a comprender la realidad de las personas con discapacidad intelectual.

¿Qué les dirías a las personas para que se animen a hacer voluntariado?
Les preguntaría si han tenido ocasión de poder entablar una conversación con alguna persona con discapacidad intelectual. Si no la han tenido, les invitaría a pasar un rato con nosotras y nosotros. Las palabras en este caso no definen del todo las sensaciones.

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