Personas expertas en trabajo en equipo,
apoyo a personas, y orientación
han hablado en un seminario.
Este seminario trataba sobre
el coronavirus
y el bienestar emocional.
El bienestar emocional
es el cuidado de nuestros sentimientos.
Más de 300 personas
han asistido al seminario.
Hemos hablado de la importancia
de cuidarnos entre nosotras.
De que los y las profesionales
deben cuidarse para apoyar a otras personas.
También los familiares y las propias personas
con discapacidad intelectual.
Más abajo podrás ver
el video de este seminario.
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Personas expertas en trabajo en equipo, apoyo a personas con discapacidad, atención y orientación han dialogado este viernes sobre la necesidad de cuidar nuestro bienestar emocinal en estos tiempos de pandemia. Lo han hecho en la segunda sesión del Ciclo Formativo 'Respuestas ante la COVID-19, organizado por Plena inclusión España con la colaboración de Fundación ONCE. Las más de 300 personas participantes han podido concienciarse sobre la importancia del apoyo mutuo entre profesionales y equipos
Más de 300 personas (entre profesionales, familiares y personas con discapacidad) han escuchado sus puntos de vista que han aportado luz para comprender los retos que plantea la pandemia en el ámbito del bienestar emocional.
Las coach expertas en el trabajo emocinal con equipos, Carmen Valls y Coral López han advertido que las cosas que no se abordan generan síntomas, que terminan por afectar a nuestro trabajo. Y la mejor forma de curarse es compartirlo. En los equipos nos tenemos que ayudar a expresarlo para poder diregirlo. Ellas denominan a esto "crear espacios azules", de conexión y acompañamiento, en un momento en que la propia pandemia nos desconecta presencialmente. En esos espacios se trabaja lo emocional con la idea de autocuidado, y es importante que estén estructurales y sean habituales. Han realizado un experimento de como sería un espacio de este tipo, implicando a todas las personas asistentes en una dinámica de relajación y reflexión conjunta. En ella han lanzado una serie de preguntas, como ¿Para mí, qué está siendo lo más fácil y lo más difícil en esta pandemia? ¿Durante esta crisis, qué ha emergido en mí, qué he podido aprender? ¿De eso, qué cosas quiero que se queden conmigo? ¿Qué papel es el que elijo jugar en esta situación tan compleja?
Eva Velázquez, directora técnica de Plena inclusión Aragón ha mostrado una frase que escuchaba durante los tiempos más duros de la pandemia: "El COVID debe ser la excusa para que se empiece a hablar del bienestar emocional". Porque hay muchas situaciones en la vida de cualquier persona en que tenemos bajones de ánimo, así que debemos aprovecharla para poder hablar más de estos temas. La pandemia, ha explicado Eva, nos ha acercado a los profesionales desde este punto de vista, nos ha hecho pensar y preguntarnos por la parte más humana. Porque si las profesionales que tienen que apoyar a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y sus familias no están bien, ¿qué tipo de apoyo van a poder darles?
Asun Mendoza y José Ángel Sierra, de Valentia (Huesca): han ofrecido unas claves del trabajo de apoyo a los y las profesionales. Hay que poner medalla a todo lo que están haciendo los profesionales, aceptar y compartir las emociones, mantener actitud de cautela ante la información, buscar emociones y aprendiajes positivos de la situación, normalizar la rutina, tiempo para uno mismo, e identificar recursos y estrategias personales.
En la parte de coloquio han participado Mª Mar García, hermana de una persona con discapacidad intelectual; Diana Cabezas, profesional de la asociación Gorabide (FEVAS Plena inclusión Euskadi) y José Luis Méndez, responsable del Servicio de Orientación de la organización Salud Mental España.
Mª Mar García ha hablado de cómo se creó el grupo de apoyo emocional entre hermanos, que se conectaban todos los viernes para compartir cómo se encontraban y se ayudaban a encontrar soluciones. Encontramos -ha explicado-, muchos sentimientos comunes, con los que hemos hecho una serie de videos.
José Luis Méndez ha destacado los graves efectos de la pandemia y sus consecuencias sobre la salud mental, destacando sobre todo las situaciones no resueltas de duelo (no solo por muertes de seres cercanos, sino por la pérdida de condiciones de vida, proyectos, relaciones, etc.)
Diana Cabezas ha destacado la realidad compleja en las entidades, de apoyar a personas en centros, en casas, etc. y el reto que ha supuesto poder ajustarse a esta situación para garantizar la calidad de vida de las personas. Una clave primordial es la creencia firme, de que la solución a las necesidades de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo pasa por una planificación centrada en ellas, junto con el acompañamiento de la familia y apoyos naturales (que han cobrado ahora especial importancia).
Aprendizajes:
– Entretejer complicidades entre todas las partes,
– preguntar además de "¿qué necesitas?", "¿qué quieres".
– Las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías.
– Que las personas con discapacidad o enfermeda mental nos sigan sirviendo de guía.
– Sacar cada uno/una las capacidades y herramientas que tenemos, para ayudar a otras.
– Tenemos que cuidarnos para poder cuidar.
– La importancia de estar y vivir el presente.
– Aceptar la realidad, aunque sea difícil.
Este ha sido el primer segundo de un ciclo formativo sobre 'Respuestas frente a la COVID19' que se está celebrando durante los próximos viernes de febrero y principio de marzo.
Video de la sesión:
Aportaciones de los participantes: