El espíritu ganador de Alonso

Francisco Alonso fue durante 30 años presidente de la asociación ASPRODALBA
Francisco Alonso fue durante 30 años presidente de la asociación ASPRODALBA

No vamos a hablar de Fórmula 1, ni de pilotos y sus trayectorias. Hoy no nos interesa ese mundo intrépido y mediático de la velocidad, de las diferencias de milésimas de segundo que separan la gloria del fracaso. ni tampoco el imperio del poder de la potencia de coches de tecnologías imposibles, de podios exclusivos donde se brinda y desparrama Moet Chandon, de la élite engalanada con coronas de laurel.

Esto va de otro rollo, pero también hablamos de ganar. Nos queremos referir a una lucha de muchos años, por un cambio social necesario y urgente. Un pulso mantenido donde se resiste y se avanza en ocasiones, o por el contrario, se pierde y se retrocede. Una pelea dura, en la que se defienden derechos humanos con uñas y dientes, pero siempre con una sonrisa, con una caricia, con una mirada de comprensión.

La que nos interesa es una visión acogedora del mundo, hospitalaria, generosa, paciente y pacífica donde el trofeo termina siendo una buena vida para todas las personas, especialmente para las más vulnerables. Hablamos de historias cotidianas que pasan en nuestros pueblos y barrios. O de promover buenas comunidades, que no se rindan en la aspiración de ser cada vez más justas. Este combate, para algunas personas supone el propósito de su vida, la más importante de las carreras. Para otras, una quimera propia de ilusos.

Una vida para enmarcar

Quien conoció a Paco Alonso, sabe que no todos los encuentros son iguales. Y si tienes la suerte de cruzarte a lo largo de tu vida con alguno de estos seres humanos excepcionales comprendes que marcan la diferencia. Ciertamente, generan buenas «marcas» que se nos quedan prendidas en el corazón. A veces, en un primer momento, no eres consciente porque sigues con tus referencias de ganar, imponer e incluso de arrollar para llegar primero, y en cambio, la respuesta que recibes por su parte es escuchar, proponer, reconocerte, esperarte, acompañar.

Así, pronto nacen las ganas de estar juntos, de seguir creciendo y aprendiendo en ese vínculo. Una forma de liderar el proyecto común, donde tiene más importancia el cómo lo hacemos desde el nosotros, que lo concreto de la tarea. Un modo de construir desde estar a gusto, crecer en confianza , la honestidad y el afecto. Son personas que te ganan dejándose perder. Que fabrican paz e iluminan los cuartos oscuros de nuestra propia humanidad.

Paco Alonso ha sido un regalo que ha dejado profundos surcos en la vida concreta de muchas personas, un referente para nuestro movimiento asociativo. Un activista incansable que siempre fue fiel a su estilo de vida y su vocación: los demás. Una humanidad que rebosaba en cascada. Plena inclusión, antes FEAPS, siempre estará agradecida y en deuda por su legado.

Como dice el filósofo Josep María Esquirol en su obra La Penúltima Bondad, «Aquí en las afueras el mal es muy profundo, pero la bondad todavía lo es mas» Paco era consciente de esta verdad que supo utilizar como el arma más poderosa. Gracias.

Haz una donación

Tu apoyo servirá para realizar
proyectos activos de Plena inclusión España
que contribuyan a cumplir los derechos
de las personas con discapacidad
intelectual y del desarrollo
y sus familias.

Más información

Versión en lectura difícil

Este contenido está en lectura difícil Este contenido NO está adaptado a Lectura Fácil

No vamos a hablar de Fórmula 1, ni de pilotos y sus trayectorias. Hoy no nos interesa ese mundo intrépido y mediático de la velocidad, de las diferencias de milésimas de segundo que separan la gloria del fracaso. ni tampoco el imperio del poder de la potencia de coches de tecnologías imposibles, de podios exclusivos donde se brinda y desparrama Moet Chandon, de la élite engalanada con coronas de laurel.

Esto va de otro rollo, pero también hablamos de ganar. Nos queremos referir a una lucha de muchos años, por un cambio social necesario y urgente. Un pulso mantenido donde se resiste y se avanza en ocasiones, o por el contrario, se pierde y se retrocede. Una pelea dura, en la que se defienden derechos humanos con uñas y dientes, pero siempre con una sonrisa, con una caricia, con una mirada de comprensión.

La que nos interesa es una visión acogedora del mundo, hospitalaria, generosa, paciente y pacífica donde el trofeo termina siendo una buena vida para todas las personas, especialmente para las más vulnerables. Hablamos de historias cotidianas que pasan en nuestros pueblos y barrios. O de promover buenas comunidades, que no se rindan en la aspiración de ser cada vez más justas. Este combate, para algunas personas supone el propósito de su vida, la más importante de las carreras. Para otras, una quimera propia de ilusos.

Quien conoció a Paco Alonso, sabe que no todos los encuentros son iguales. Y si tienes la suerte de cruzarte a lo largo de tu vida con alguno de estos seres humanos excepcionales comprendes que marcan la diferencia. Ciertamente, generan buenas «marcas» que se nos quedan prendidas en el corazón. A veces, en un primer momento, no eres consciente porque sigues con tus referencias de ganar, imponer e incluso de arrollar para llegar primero, y en cambio, la respuesta que recibes por su parte es escuchar, proponer, reconocerte, esperarte, acompañar. Así, pronto nacen las ganas de estar juntos, de seguir creciendo y aprendiendo en ese vínculo. Una forma de liderar el proyecto común, donde tiene más importancia el cómo lo hacemos desde el nosotros, que lo concreto de la tarea. Un modo de construir desde estar a gusto, crecer en confianza , la honestidad y el afecto. Son personas que te ganan dejándose perder. Que fabrican paz e iluminan los cuartos oscuros de nuestra propia humanidad.

Paco Alonso ha sido un regalo que ha dejado profundos surcos en la vida concreta de muchas personas.
Un referente para nuestro movimiento asociativo. Un activista incansable que siempre fue fiel a su estilo de vida y su vocación: los demás. Una humanidad que rebosaba en cascada. Plena inclusión (FEAPS) siempre estará agradecida y en deuda por su legado.

Como dice el filósofo Josep María Esquirol en su obra La Penúltima Bondad, «Aquí en las afueras el mal es muy profundo, pero la bondad todavía lo es mas» Paco era consciente de esta verdad que supo utilizar como el arma más poderosa. Gracias.

Enrique Galván

Enrique Galván es el director de Plena inclusión España y trabajó muchos años, codo a codo, con Paco Alonso en la defensa de los derechos de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo y de sus familias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Suscríbete al boletín VocesTe enviaremos novedades cada semana.

Scroll al inicio