Las organizaciones de Plena inclusión
reciben muchas quejas de familias
sobre la discriminación que sufren
sus hijas e hijos con discapacidad intelectual
cuando quieren participar
en campamentos de verano.
La mayoría de campamentos
no les aceptan.
En esta noticia publicamos
varios de estos testimonios
para denunciar la situación.
Leerlos ayuda a entender
la situación tan complicada
que pasan estas y muchas familias.
¿Han discriminado a tu hija o tu hijo en un campamento de verano? Cuéntanos tu caso
Queremos conseguir más información de casos
en los que no se admite en campamentos
a niñas y niños con discapacidad
intelectual y del desarrollo.
Versión en lectura difícil
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Cada verano es el mismo agobio: me veo encerrada en casa con un niño que es gran dependiente y que se va a pasar todas las vacaciones solo, sin poder disfrutar como los otros niños. Y es que además yo lo cuido sola y estoy agotada, no puedo más. Necesito descansar.
Estrella Perera.
Madre de un niño de 9 años con un 65% de discapacidad y varias enfermedades asociadas.
Villafranca de los Barros, Extremadura. Publicado en eldiario.es.
En el Servicio de Apoyo a Familias de Toledo hemos atendido por teléfono a una madre que quiere poner una denuncia. (…) Está indignada por la situación ya que tras admitir al hijo en el campamento una vez allí, dos días después le pidieron, y no amablemente que fueran a por el hijo. Ella refiere una atención pésima y sospecha sobre actuaciones y restricciones ante su hijo, como por ejemplo encerrarle en una habitación toda la noche.
Profesional.
Plena inclusión Castilla-La Mancha.
Los argumentos son de todo tipo: no van a poder hacer las actividades, va a ser muy difícil… Evidentemente, no te dicen que no por la discapacidad del niño, porque sería denunciable, pero sí que ponen excusas.
Yolanda de la Viuda
Presidenta de la asociación Ayuda a la Dependencia y Enfermedades Raras de Castilla y León. Publicado en El Español.
El campamento de verano (…) ha rechazado a David después de estar ya pagado y todo hecho. Ha tenido inicio hoy. En su reunión de coordinación, hace unos días, decidieron que no tenían voluntarios preparados para atender a David (no lo conocen) basándose en un documento en el que pedían que explicáramos posibles problemas de conducta y sugerencias para afrontarlos, o algo así. Yo hice una descripción de todo lo que se me ocurrió que pudiera suceder en algún momento y cómo lo resolvemos en casa. Que agradecían mi sinceridad pero que las voluntarias eran chicas jóvenes sin experiencia y no se atrevían. Es un campamento para personas con discapacidad. Me ofrecieron devolverme el dinero. David se ha quedado con la maleta preparada, se nos han quedado billetes de autobús sin poder usarse.
Isabel Ramiro.
Granada.
En 2021, escribí para solicitar el ingreso de mi hijo en la escuela de verano. (…) Tras decirme que sí la empresa, y pedirme más dinero porque mi hijo tenía TEA, el día de antes de empezar dicha escuela de verano, recibí un audio para decirme que no le cogían, que no era asumible para la monitora. Yo solamente accedí a pagarle 20 euros más. Ella quería que le pagara exactamente el doble. Y, por supuesto, el dinero en mano. Mi hijo se fue a (…), donde viven mis padres. Allí, a las dos horas, fue echado de una escuela de verano de una asociación de vecinos. Afortunadamente, en la escuela de verano de la piscina del camping, estuvieron con él 3 semanas y sin quejas.
En 2022, me pongo en contacto con la nueva empresa y me dicen que tengo que llamar a una de las encargadas. Me dice que lo van a intentar. El primer día me dice que no cree que pueda porque la monitora tiene 20 niños más y no puede estar pendiente de mi hijo. Ha buscado a la que, para ella, tiene más sensibilidad y respeto, pero no es posible. El segundo día, la misma encargada viene a comentarme que no es posible, que no es asumible para ellos. Me devuelve el dinero en mano y me pide que me lleve ya a mi hijo, aunque no era la hora de salida.
Esto es inadmisible y estamos, como familias, vendidos porque nuestros hijos no son asumibles para un Estado o para unas empresas que solo miran por los intereses propios.
Madre desde Granada.
Soy Jorge, padre de Jorge, niño de 3 años que estuvo inscrito en el campamento de verano durante 41 minutos. No se trataba de un campamento inclusivo, pero la organización solicitó información y la familia fue clara en las necesidades de su hijo. Después de la corta estancia de nuestro hijo en su escuela, estuvimos llamando a asociaciones, escuelas, Universidad, centros deportivos, terapeutas… contando lo que nos había pasado y buscando alternativa para el verano.
Finalmente, encontramos una mejor solución en poco tiempo, y al día siguiente ya tenía campamento de verano con compañeros de clase. En un primer momento, estábamos más preocupados por encontrarle un buen sitio que por lo que había pasado, ni siquiera reparé en la vergonzosa situación en la que me encontraba.
En todo este proceso, hemos consultado a mucha gente y hemos hablado mucho con asociaciones y nos han recomendado denunciar el caso.
Lo que si me gustaría decir, que no nos hubiera molestado si no lo hubieran aceptado desde un principio, de hecho nos sorprendió las facilidades que nos dieron por teléfono. Lo que si nos molestó tener que ir a recogerlo a los 41 minutos de dejarlo, ¡41 minutos!. Lo peor, el sentimiento de «patada» que se te queda.Jorge.
Padre desde Almería.
Llevo intentando apuntar a mi hija a campamentos de verano desde siempre, mi hija tiene discapacidad intelectual. En algunos campamentos directamente no aceptan niños con discapacidad y en otros depende de la voluntariedad del monitor, si cree que puede tenerle atendido o no. En mi opinión faltan campamentos de verano o actividades para niños con necesidades especiales, gracias.
Macarena García Buendía.
Madre desde Andalucía.
Míriam entró a la escuela de verano. Yo ya había hablado con el responsable de la escuela de verano y le conté la situación y le di el contacto de la psicóloga de Míriam por si necesitaban ayuda, además de facilitarle pictogramas previamente hechos con actividades que iba a realizar y demás. Ese mismo día que entró ya me llamaron al mediodía para decirme que iban hacer actividades que la niña no podía seguir, mi madre le dijo que iba ella para ayudar, mi madre estuvo el día 2 toda la mañana, la niña hizo todas las actividades con ayuda como es natural y la niña disfrutó ese día, el lunes volvió a ir y al mediodía volvieron a llamar para decirnos que no era viable que Míriam asistiera porque no la podían atender adecuadamente y las actividades programadas con Míriam no se podían llevar a cabo; mi madre se ofreció otra vez y nos dijeron que no, que con el COVID no podía entrar nadie externo. Así que la única solución que nos han dado es que se vaya. No han puesto ningún otro medio. Ni le han dado tiempo a que se adapte. La expulsión fue por teléfono, alegando que no se adaptaba. Que «había habido quejas de madres del AMPA que estaban alli», que no conseguiría a adaptarse al ritmo de la escuela. Tras todo ello y debido a la indignación, comenté la situación en redes sociales y, ante la repercusión del caso, la Junta instó a que readmitieran a la niña y a partir de ese momento, contó con los apoyos necesarios.
Laura desde Andalucía.
Lee la noticia en La Voz de Almería.
Tengo un caso personal que aportar: campamento de verano que aceptan a personas con discapacidad, pero luego no es inclusivo porque no hay monitores para los chicos con discapacidad que necesitan más apoyos. Están sólo los monitores que llevan el grupo grande y que o no están preparados o no pueden abarcar tanto. Si el chico con discapacidad tiene autonomía por sí mismo y puede participar en las actividades, perfecto. Si no tiene esa autonomía, no hay quien tire de él/ella.
Susana Barrera.
Algeciras, Cádiz.
Mi hijo con autismo fue admitido, como todos los años, en el colegio de verano que organiza el ayuntamiento del municipio donde residimos, que a su vez contrata a una empresa para que gestione el campamento de verano. Fue admitido ya a mes empezado porque no tuve contrato de trabajo hasta entonces, que era uno de los requisitos; ya que cumplía con los requisitos, y como quedaban plazas vacantes, aceptaron al niño, aun sabiendo que en la solicitud puse que mi hijo tenía TEA «necesidades especiales». Abonados los meses de julio y agosto, al día siguiente asistió al cole, como se me dijo que hiciera….en tan sólo 1 día ya me dijeron q no lo podian aceptar, que debía solicitar un monitor al ayuntamiento, y así lo hice, al igual que lo hizo la directora del cole de verano. Esto me extrañó porque todos los años anteriores fue igualmente admitido y pusieron los monitores pertinentes. La cosa es que nadie me avisó de que finalmente no tenian a ese monitor extra que, por lo visto, hace falta para este tipo de casos, y que entiendo que como Administración pública que es el Ayuntamiento debe contemplar reservar un cupo de plazas para est@s chic@s…. Al día siguiente se llevó al niño de nuevo al colegio, creyendo que ya habrían resuelto el tema, que tendían un monitor para él, y en la puerta se nos negó la entrada, alegando que no había monitor para atender sus necesidades… Muy afectados y enfadados ponemos, como no podría ser de otra manera, un requerimiento en el registro del Ayuntamiento, denunciando que se habían vulnerado los derechos de nuestro hijo…. Resalto, además, que nos consta que en el cole de verano hay otr@s chic@s con necesidades especiales (que son los compañeros que asisten con mi hijo al aula específica en el colegio durante el año) que cuentan con un monitor extra. Entendemos que se tenía que haber previsto los monitores y todo aquello que sea necesario para poder atender a estos niños correctamente: si no es así, ¿por qué nos aceptan y por qué nos cogen el dinero? En un día no se puede hacer un juicio clínico de hasta qué punto está el niño preparado o no para poderse adaptar a un grupo, cuando un orientador y un neuropediatra, que lo han visto durante años, acuerdan que sí lo está… Si el año que pasado estaba apto y fue admitido, por qué este año no, cuando está incluso más evolucionado y preparado para adaptarse?? Denunciamos que ni siquiera se la ha dado la oportunidad de poder adaptarse. GRACIAS
Débora desde la provincia de Granada.
Queremos dar las gracias a todas las familias, las federaciones y las organizaciones que nos han enviado información.
Más información
- RTVE. Niños con discapacidad «no aptos» para campamentos de verano: «Mi hijo necesita ocio como cualquier otro».
- Plena inclusión Extremadura denuncia la falta de actividades y campamentos de verano inclusivos.
- eldiario.es. Niñas y niños con discapacidad, excluidos de los campamentos de verano.
- Plena inclusión Canarias. El alumnado con discapacidad intelectual y del desarrollo tiene derecho a disfrutar de campamentos de verano accesibles.
- Canarias Radio. Intervención de Saina Martín Ojea, responsable del Área de Familias de Plena Inclusión Canarias.
- Televisión Canaria. Información sobre la encuesta realizada.
- El Español. Predif Castilla y León denuncia la falta de campamentos de verano inclusivos para menores.
- eldiario.es. Ocio de verano, un derecho de los niños al que no todos tienen acceso.
- Ideal. «Expulsaron a mi hija porque decían que no se adaptaba».
- Ideal. Educación insta al CB Almería a «buscar una solución» para la niña expulsada de la escuela de verano.
- La Voz de Almería. “A mi hija Miriam la han expulsado de su escuela de verano por tener TEA”.