Es un trastorno neurológico que se manifiesta en la infancia o en la adolescencia. Se caracteriza por muchos tics (movimientos involuntarios) motores y fónicos que perduran durante más de un año.
El primer síntoma más habitual es un tic facial (parpadeo, contracción de la nariz, muecas). Los tics vocales (vocalizaciones) pueden incluir gruñidos, carraspeos, gritos y ladridos. También pueden expresarse como coprolalia (el uso involuntario de palabras obscenas o de palabras y frases inapropiadas en el contexto social) o copropraxia (gestos obscenos), aunque no son comunes en trastornos de tics.