También le llamamos
enfoque centrado en la familia.
Se trata de apoyar y atender
teniendo en cuenta a las familias
de manera especial.
Esto supone:
- Tratar a la familia con respecto.
- Conocer a las familias:
qué capacidades tienen,
sus recursos y sus necesidades. - Darles la información que necesiten
para tomar decisiones. - Conseguir que participen
en buscar recursos y apoyos
para su familiar con discapacidad - Aprender de ellas
y compartir consejos
para que puedan continuar en casa
el apoyo que recibe su familiar. - Aprovechar las capacidades
de las familias.
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La práctica centrada en la familia no es solo una metodología: “ha de considerarse como una filosofía en la que el papel fundamental de la familia es reconocido y respetado, en el que las familias reciben apoyo en la crianza y en la toma de decisiones. Padres y profesionales son vistos como iguales”. (Espe-Sherwindt, 2008,).
Es una manera particular de proporcionar apoyo respetuoso, en la que se construye una relación de cooperación con las madres y los padres, otros miembros de la familia y los profesionales, y se centran en la creación y fortalecimiento de capacidades. (Dunst, Trivette 2009).
¿Por qué utilizar en Atención Temprana un enfoque centrado en familia?
Las prácticas centradas en la familia suponen:
- Tratar a la familia con dignidad y respeto.
- Proporcionar información necesaria para tomar decisiones.
- Involucrar activamente a la familia en la obtención de recursos y apoyos.
Las familias proporcionan las oportunidades de aprendizaje tanto directa como indirectamente, dentro y fuera de casa. Los enfoques centrados en familia tratan de ofrecer las máximas oportunidades de aprendizaje y desarrollo de las y los niños, al tiempo que responden al marco de derechos de los niños y familias en general, y de las personas con discapacidad en particular.
Todas las familias tienen capacidades, competencias y recursos. Los enfoques de apoyo que se basan en las fortalezas, y en las capacidades obtiene mejores resultados que aquellos que se orientan en las dificultades contribuyendo a promover la capacidad de resiliencia familiar.
¿Qué es y qué no es una práctica centrada en la familia?
Práctica centrada en la familia es:
- Concebir la familia como un sistema de apoyo social.
- Reconocer la importancia del contexto de vida familiar en el desarrollo de los individuos.
- Centrarse en las fortalezas y los recursos de las familias.
- Creer que las familias pueden desarrollar sus fortalezas y aumentar sus sentimientos de capacidad.
- Invitar a los miembros de la familia a reuniones para que puedan compartir información.
- Implicar a los miembros de la familia como participantes activos en cualquier proceso de planificación.
- Cambiar el orden del día de una reunión para que cualquier miembro de una familia pueda plantear alguna preocupación concreta.
- Dar autoridad y capacitar a la familia para que pueda funcionar de manera eficaz en su entorno.
Práctica centrada en la familia no es:
- Centrarse en las necesidades y debilidades de los individuos y sus familias a la hora de planear las intervenciones o servicios.
- Invitar a los miembros de la familia a las reuniones para que puedan aportar información sobre la misma y firmar formularios.
- Preguntar a los miembros de la familia sobre sus preocupaciones y luego no usar esa información para planear estrategias.
- Pedir a las familias que elijan entre varias opciones que los profesionales consideran que son las mejores para ellas.
- Pedir a los miembros de la familia que lleven a cabo intervenciones que los profesionales han identificado como necesarias e importantes.
- Asumir que visitar a la familia en su casa garantiza una práctica centrada en la familia.
- Especializarse en una o varias intervenciones concretas y ofrecérselas a todas las familias de la misma forma.
Más información
Cuaderno de Buenas Prácticas: Un enfoque de la discapacidad intelectual centrado en la familia