La discapacidad intelectual no es una enfermedad.
Aunque algunas veces
la enfermedad puede causarla.
Por eso, la discapacidad intelectual
no es algo que se cure.
La discapacidad intelectual causa
limitaciones en la manera de funcionar
de las personas
pero no la limitación de las personas.
La limitación en el funcionamiento
depende de cómo se relaciona
la persona con el entorno.
Si el entorno está facilitado,
la discapacidad de la persona es menor.
La discapacidad intelectual no es algo rígido.
Como apoyos adecuados,
una persona con discapacidad intelectual
mejorará en su funcionamiento
y su relación con su entorno.
Versión en lectura difícil
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La discapacidad intelectual no es una enfermedad (en todo caso, algunas veces, puede ser la consecuencia de una enfermedad). Por tanto, no es algo que “se cure”.
La discapacidad intelectual se refiere a una limitación importante en el funcionamiento de la persona, no a la limitación de la persona. Y la limitación en el funcionamiento es consecuencia de la relación de algunas capacidades limitadas de la persona con su entorno.
Además, la discapacidad intelectual no es algo estático, pues con los apoyos adecuados una persona con discapacidad intelectual mejorará en su funcionamiento y su ajuste al contexto social, físico y cultural en que vive.